La Academia de Artes en la Pariser Platz 4

Akademie der Künste

Durante el tiempo en el que Berlín estuvo dividido, tanto la parte del Este como la del Oeste de Berlín, tuvo una academia de las artes propia. En 1993, las dos instituciones se unieron para formar la Academia de las Artes Berlin-Brandenburg, que en el año 2005, volvió a su antiguo emplazamiento. Tras la atractiva fachada de cristal del nuevo edificio, se erigen como “una casa dentro de otra casa”, los imponentes salones del edificio antiguo. El arquitecto Günther Behnisch ha unido las huellas de la historia con elementos de arquitectura moderna.

El Palacio de Arnim-Boitzenburg se encontraba originalmente en el terreno de la palza Pariser Platz número 4; la que, en aquella época, fue llamada Academia de las Artes “real” fue trasladada al edificio en 1907.

En 1937, la academia fue desalojada por orden de Hitler para que Albert Speer, Jefe de Dirección de obras, pudiese utilizar las salas de exposiciones, hoy restauradas, como oficina central del proyecto de construcción que debía convertir Berlín en la capital nacionalsocialista “Germania”.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el edificio de la academia fue destruido por los bombardeos y la fachada del antiguo palacio fue demolida en los años cincuenta. Solamente quedó en pie el resto de un edificio situado en la frontera del sector soviético. En lugar de volver a abrir allí salas de exposiciones, como se planeó en un principio, se construyeron talleres, estudios y espacios para albergar los archivos.

Tras la construcción del Muro de Berlín, el acceso al edificio era restringido, ya que estaban vigentes las normas especiales de movimiento en la zona fronteriza. En una parte de las salas de exposiciones históricas del mismo edificio, inaccesible para los empleados de la academia, las tropas fronterizas de la RDA instalaron un así llamado centro de mando, donde también existían celdas para “los heridos en la frontera”, que normalmente eran fugitivos.

El 2 de octubre de 1971, el berlinés del Oeste, Dieter Beilig fue matado a tiros en aquel lugar. Beilig, que por aquel entonces vivía en el barrio de Kreuzberg, había escalado el muro en la Puerta de Brandeburgo, desde la parte del Oeste, y pedido a voces la unificación de Alemania. Cuando los policías de Berlín del Oeste intentaron bajar del muro al manifestante, este saltó a la franja fronteriza y fue capturado por los soldados de las tropas fronterizas de la RDA. Ya dentro del “centro de comando”, Beiling – que por una acción similar, ya había sido detenido una vez y puesto en libertad por pago de rescate en la RDA – intentó abrir una ventana. Fue abatido a balas por la espalda, desde una distancia de dos metros.

Para intentar ocultar parte de los hechos relacionados con su muerte, se sostuvo que el guarda fronterizo actuó en defensa propia. Las huellas dactilares del muerto fueron colocadas más tarde sobre la pistola del asesino como “prueba” de que Beiling le había atacado. Según la información de la Fiscalía Especializada II de Berlín, no llegó a presentarse una denuncia por el homicidio de Dieter Beilig. Durante las investigaciones del caso, se descubrió que el guarda fronterizo que había disparado a Beilig, había muerto a principios de los años noventa.

Fuente: www.adk.de